
El triunfo culmina la excepcional trayectoria del conjunto alemán en un Europeo de Polonia, que parecía llegar demasiado pronto para los jovencísimos jugadores que conforman la selección germana, pero que a base de talento y lucha ha logrado plantarse en la final. Un equipo que, perfectamente dirigido por el islandés Dagur Sigurdsson, no sólo ha superado su inexperiencia internacional, si no también los contratiempos que, en forma de bajas, ha sufrido a lo largo del torneo. Fuente