
El argentino, que sólo había cedido un set en el torneo, vio cómo se fue de la final con el casillero de mangas a cero. La razón hay que buscarla en un Djokovic excelso, que se hizo amo y señor del partido en el momento que empezó a hacer correr de lado a lado al gigante de Tandil.
Djokovic rompió el saque del argentino en el octavo juego del primer set y cerró el asalto inicial inmediatamente después. En la continuación, el pupilo de Marian Vajda intentó dar la estocada definitiva y logró un segundo 'break' en el tercer juego. Del Potro sabía que sus opciones de llevarse el título pasaban por llevarse la segunda manga. Reaccionó y pasó de un 3-1 abajo a un 3-4. Tuvo después tres pelotas para situarse 3-5 y saque. El serbio aguantó todos los ataques y dio un golpe mortal anotándose la muerte súbita.
El argentino se veía obligado a recurrir a una épica que no iba con él. En el tercer acto, el tenista de Tandil aguantó hasta el tres iguales. Luego llegó la tormenta perfecta del serbio, que terminó en la red, donde ganó 27 puntos. FUENTE