Desde 2012 cuando ganaron su última Super Bowl, los New York Giants no conseguían una victoria en los Playoffs de la NFL. Lograron el upset en esta ocasión frente a los Minnesota Vikings, venciendo por 31-24. El quarterback Daniel Jones ha pasado de una temporada donde parecía habérsele dado un últimatum con respecto a la posición titular, a jugar de forma más regular durante este 2022/2023 y llevando a sus Giants a la Divisional Round. Y tuvo un partido soberbio.
Jones repartió 301 yardas en 24 lanzamientos, dando solo nueve pases incompletos, y además corrió en 17 ocasiones para 78 yardas. Al descanso ya llevaba 71 yardas terrestres, lo que supone un curioso récord para la franquicia de los Giants, máximo de yardas de carrera por un QB en un partido de Playoffs. Se aprovechó de una defensa de los Vikings que estuvo tremendamente débil durante todo el encuentro.
Eso sí, ambos grupos defensivos empezaron el partido muy apagados, permitiendo prácticamente todos los pases completos y jugadas de las ofensivas rivales. Con ello, Minnesota comenzó atacando y Kirk Cousins (273 yardas, 31/39 envíos completados) y Dalvin Cook (60 yardas de carrera) se mostraban infalibles. El drive se coronó con touchdown del propio Cousins empujando desde la yarda uno. Como respuesta, en solo seis jugadas los Giants se recorrerían el campo. Saquon Barkley despuntó con una carrera de 28 yardas hasta la endzone.
Partido muy completo de Daniel Jones
La defensa de Brian Daboll obligó rápido el despeje y con ello los neoyorkinos pudieron ponerse en 14-7. Jones conectaba en profundo con Darius Slayton para 47 yardas y, dos snaps después, encontraba a Isaiah Hodgins en la endzone. Así, los Giants siguieron trabajando en defensa en el segundo cuarto y pudieron apuntarse un field goal cercano de Graham Gano. Habían llegado a primera y gol y quedaron bien cerca del touchdown, pero tuvieron que conformarse con el 17-7.
Empezaban a saltar las alarmas en Minnesota cuando Cousins se apresuró en los minutos finales del segundo cuarto para no perder el hilo del partido. Con dos buenos pases hacia T.J. Hockenson de más de 25 yardas cada uno, progresaron hasta la redzone y Cousins lanzaría hacia K.J. Osborn en la endzone para el 17-14.
La segunda mitad arrancaba con los Giants al ataque y Daniel Jones seguía infalible, sin fallar un pase. Ahora encontraba a Daniel Bellinger en la zona de anotación. No obstante, la réplica de los Vikings llegaba de inmediato. Avanzaron progresivamente pero sin pausa, y Cousins conseguía su segundo pase de touchdown, con Irv Smith Jr. para el 24-21.
Nos íbamos yendo al último cuarto y las espadas estaban por todo lo alto. Y más cuando Danielle Hunter conseguía un sack en tercer down y facilitaba la posesión a sus Vikings. Con ella, Greg Joseph sumaría un field goal de 38 yardas para empatar a 24 puntos.
Saquon Barkley fue clave para los Giants
Con templanza y serenidad, Jones y los Giants tuvieron un drive exitoso donde movieron las cadenas por 75 yardas en casi cinco minutos. La defensa de Minnesota parecía no estar sobre el campo y permitieron llegar hasta las últimas cinco yardas. Y Barkley conseguía su segundo touchdown a menos de ocho minutos del final (31-24). El running back terminó el duelo con 53 yardas en nueve carreras y 56 yardas de recepción.
Para colmo de los Vikings, su siguiente serie terminó por la vía rápida en tres y fuera. Y después de que la ofensiva de Giants dejase tres minutos en el reloj antes de despejar por última vez, los hombres de Kevin O'Connell tendrían una última oportunidad. Sin embargo, solo llegaron por la mitad de campo donde tendrían que convertir un cuarto down a 8 yardas. Cousins no encontraba opciones claras de pase y se vio forzado a lanzar en corto a un Hockenson que fue placado inmediatamente por Xavier McKinney. Con ello, Daniel Jones pudo salir para hincar rodilla y certificar la sorpresa de los Giants.
Con esta derrota, los Vikings, que venían de dos temporadas sin Playoffs, son eliminados de los mismos a las primeras de cambio. Una Minnesota que venía crecida tras una regular season espectacular, siendo los terceros mejores de la NFC. Pero la defensa se desinfló por completo en esta eliminatoria y finalizó así el primer año de O'Connell al mando del equipo. También. su mejor jugador en ataque, el receptor Justin Jefferson, fue secado en este juego con siete recepciones para solo 47 yardas. Otra clave de esta fatídica derrota para la franquicia vikinga.
Brock Purdy y los 49ers despiertan a tiempo y eliminan a Seattle
Nadie ha dado crédito de la actuación increíble de los Seattle Seahawks esta temporada bajo los mandos de Geno Smith, tras la marcha de su QB franquicia Russell Wilson, y menos esperábamos que plantasen cara en Playoffs. No obstante, el segundo mejor equipo de la NFC, los San Francisco 49ers, completaron un parcial de 25 puntos consecutivos en la segunda parte para terminar ganando por 23-41.
Los Seahawks salieron al partido muy metidos y enchufados, sobre todo en el segundo cuarto donde anotó en carrera el novato Kenneth Walker III y DK Metcalf nos maravilló con una recepción para touchdown de 50 yardas. Además, con un field goal sobre los últimos segundos, lograron irse por delante en el marcador 17-16 al descanso.
El rookie quarterback Brock Purdy tuvo una descafeinada primera mitad pero se recompuso en la segunda y terminó con 332 yardas de pase, un touchdown de carrera en el tercer cuarto (17-23) y tres envíos para anotación. El corredor Christian McCaffrey tiró del carro con 119 yardas terrestres y un touchdown por aire.
Tras la anotación de Purdy, los de Seattle fueron dispuestos a dar respuesta, y llegaron hasta la zona roja. No obstante, llegaría el momento crucial de este encuentro cuando Geno Smith recibía un sack de Charles Omenihu que le hacía perder la bola y Nick Bosa recuperaba el fumble. Tras ello, Purdy conectaba con Elijah Mitchell a siete yardas de la goal line, y George Kittle añadiría la conversión de dos (17-31).
La defensa de San Francisco permitió volver a atacar a su ofensiva sin recibir puntos en contra y un pase corto hacia Deebo Samuel lo extrapolaría el receptor en una tremenda acción donde esprintaba y resultaría inalcanzable para sus rivales durante 74 yardas hasta el touchdown. Eso llegaba en el último cuarto y, para colmo, la siguiente jugada de los Seahawks terminaba con una intercepción de Deommodore Lenoir tras la que pusieron un field goal a menos de cinco minutos del final. El marcador subía a un 17-41 y se sentenciaba así prácticamente el partido. Solo quedaría por ver la segunda anotación de DK Metcalf que simplemente maquillaba el marcador.
Los Buccaneers sin opciones ante Dallas
Los Dallas Cowboys no dieron opciones en su duelo de Wild Card a los Tampa Bay Buccaneers donde vencieron por 31-14. Así, pasarán a la Ronda Divisional, eliminatoria donde eso sí llevan sin ganar desde que alzaron su última Super Bowl, 1996.
Dak Prescott lideró a los suyos con 4 pases de touchdown, 305 yardas aéreas con una efectividad del 76% en envíos completados. En la primera parte asistió en dos ocasiones al tight end Dalton Schultz, y sumó una anotación propia en carrera. Mientras tanto, los Bucs se veían negados a conseguir primeros downs, y al descanso caían ya por 18-0. La parte negativa en Dallas la ponía su kicker Brett Maher, quien fallaría increíblemente hasta cuatro extra points de los cinco que intentaría.
Tom Brady no pudo tirar de los Buccaneers y se vio superado por la defensa texana. Lanzaría hasta 66 pases, y prácticamente solo completaría la mitad, 35, para 351 yardas y además fue interceptado por Jayron Kearse al iniciar el segundo cuarto, cuando pisaban por primera vez la redzone. El juego terrestre tampoco ayudó, pues Rachaad White se quedó en 41 yardas y Leonard Fournette tan solo aportó 11 yardas en cinco intentos.
La segunda mitad arrancó como la primera, con los Buccaneers sin pasar del tercer down y los Cowboys sumando, a través en esta ocasión de Michael Gallup. Al menos finalizando el tercer cuarto Tampa Bay se estrenaba con un brillante pase de touchdown de Brady hacia Julio Jones de 30 yardas (24-6). Pero Dallas correspondió de insofacto, iniciando el último cuarto con una anotación de 18 yardas de CeeDee Lamb.
Los Buccaneers quisieron jugar hasta el final, eso sí. Y tras una anotación de Cameron Brate, con la conversión por parte de Mike Evans (31-14), recuperaban la posesión con un onside kick exitoso. Pero nada más lejos de la realidad. Quedaban ya menos de dos minutos en el reloj y los lanzamientos de Brady hacia la endzone no dieron su fruto.
