
Este viernes, al contrario de lo que era de esperar, la pista estaba más limpia de lo esperado con lo que los primeros en salir, Loeb y Hirvonen, no cumplieron con su función habitual de limpiadores de polvo y grava con el resto de contrincantes, pudieron ser rápidos desde el comienzo y se enzarzaron en una lucha por el liderato, aunque el finés sufrió un pinchazo, lo que le costó tiempo.

En este equipo la consigna estaba clara, ya que Roma debía velar por los intereses del equipo y apoyar a Novitskiy. Sin embargo y merced a la ventaja acumulada por el ruso con su vitoria en la quinta etapa, el piloto de Folgueroles tenía libertad para luchar por el triunfo de etapa. FUENTE