
El argentino se levantó y empezó a mostrar su mayor experiencia sobre el cuadrilátero a partir del octavo asalto, y los aproximadamente 300 aficionados argentinos que se dieron cita en el Madison Square Garden no dejaban de apoyarlo, frente a los asistentes irlandeses que llenaban el local.
Martínez dio muestra de sus mayores recursos técnicos y con valentía y poder de puños derribó a Macklin en dos ocasiones en el undécimo asalto para retener el cetro.
Ante el fuerte castigo que estaba recibiendo el irlandés, los ayudantes que tenía en la esquina decidieron detener el combate cuando acabó ese round al ver a su peleador con severas hemorragias, y pidió al árbitro Eddie Cotton detener la pelea.
Al inicio de ese último asalto Martínez iba liderando las puntuaciones en dos tarjetas de los jueces y en una estaba en desventaja. FUENTE