
Los pupilos de José Venancio López resolvieron con asombrosa facilidad un título europeo, el séptimo de la cosecha, el que demuestra la mano de hierro con la que España gobierna el fútbol sala continental.

En la segunda mitad, Romulo marcó para que Rusia se revitalizara en la final, pero nada cambió. Miguelín se encargó de acabar con cualquier reacción rusa . El balear concluyó el torneo con 6 goles y 4 asistencias, llevándose la bota de oro. Robinho y Milovanov marcaron los otros dos goles de Rusia, donde se interpuso Rivillos para sumar el séptimo.

Por otro lado, la selección de Kazajistán consiguió la medalla de bronce en este Campeonato de Europa de Belgrado tras imponerse a la anfitriona Serbia (2-5) en la final de consolación, que se decidió gracias al acierto de los debutantes, que encontraron en Douglas Jr. a su mejor jugador. FUENTE