Gran
victoria de la holandesa Sharon Van
Rouwendaal en la prueba de Aguas Abiertas femenino, una maratón de 10 kms
frente a la playa de Copacabana, rompiendo la carrera en el momento justo para
llegar en solitario a la meta con un tiempo de 1:56:32, diecisiete segundos por
delante de sus rivales mas próximas. En la lucha por la medalla de plata se
produjo la gran polémica de la competición, al llegar muy igualadas y juntas a
meta la francesa Amelie Muller y la
italiana Rachele Bruni, tocando la
francesa por delante de la italiana por escasísimo margen, viéndose claramente
que había contacto entre las dos nadadoras. Tras la reclamación del equipo
italiano, Amelie Muller fue
descalificada por hundir a su rival, lo que otorgaba la medalla de plata a Rachele Bruni y el bronce a la
brasileña Poliana Okimoto, que llegó
apenas dos segundos por detrás de la italiana.
Si
los temores que existían en las fechas anteriores al comienzo de los Juegos eran
sobre las malas condiciones del agua, ese ha sido uno de los menores, puesto
que finalmente el agua estaba en muy buen estado para la disputa de la
competición. El problema surgía dos días antes de la disputa de la misma cuando
la estructura de la plataforma de salida se hundía debido a un temporal, por lo
que la organización se vio obligada a dar la salida desde el agua.
Como
suele ser habitual en estas pruebas, el comienzo de la carrera se desarrolló en
grupo, cogiendo la cabeza del mismo la vigente campeona olímpica, la húngara Eva Risztov. Nuestra representante, Erika Villaécija, se situaba
cómodamente por la parte exterior en una zona media-alta del grupo.
Las
nadadoras se encontraron con olas de entre 20 y 50 centímetros que
dificultaba su nado. Se tenían que dar cuatro vueltas a un circuito de
aproximadamente 2.500
metros , y al paso por la boya que delimitaba el final de
la primera vuelta el grupo se mantenía compacto. Hubo un problema con el
sistema de cronometración que hizo que no se transmitiese el tiempo de varias
de las nadadoras, dificultando saber las posiciones que ocupaban cada una.
Durante
la segunda vuelta tomaron la cabeza en algún momento la francesa Amelie Muller, actual campeona del
mundo, y la china Xin Xin, vencedora
en el preolímpico de Setúbal, aunque Risztov
se mantenía junto a ellas. Erika se
había quedado ya mas rezagada dentro del grupo, ocupando una posición entre el
decimoquinto y el vigésimo puesto, además de recibir una amonestación en forma
de tarjeta amarilla por parte de los jueces.
Mediada
la prueba fueron nuevamente Muller y
la holandesa Sharon Van Rouwendaal, subcampeona
mundial en Kazan y campeona de Europa en 2014, las que tomaron el mando del
grupo, que todavía seguía compacto. Al paso por la segunda vuelta Erika se situaba en la parte posterior
del grupo a nueve segundos de la cabeza.
La
primera en abrir las hostilidades fue Xin
Xin cuando se llevaba poco mas de una hora de carrera, pero no consiguió
escaparse ni deshacer el grupo, pero quien si lo logró fue Sharon Van Rouwendaal dando un fuerte tirón cuando se habían
recorrido unos 7.000
metros .
Al
paso por la tercera vuelta, Van
Rouwendaal marchaba en primera posición con un tiempo de 1:29:29 sacando
cuatro segundos de ventaja a la italiana Rachele
Bruni y cinco a la brasileña Poliana
Okimoto. Erika mantenía su
posición al final del grupo.
El
ataque de Van Rouwendaal solo pudo
ser respondido a cierta distancia por Okimoto,
Bruni y en último termino por Xin Xin. Estas cuatro nadadoras se
escaparon, cogiendo una buena ventaja sobre un ya estirado grupo. De este grupo
posterior saltó Amelie Muller en
busca de las escapadas.
Xin Xin adelantó a sus dos predecesoras
y se colocó segunda, buscando cazar a Van
Rouwendaal, pero pagó ese esfuerzo y se vino un poco abajo. No había forma
de cazar a la holandesa, que de manera paulatina iba abriendo cada vez mas
distancia entre ella y sus perseguidoras.
En
el último kilómetro de la prueba, se veía claramente quien iba a conseguir el
oro, pero la lucha por las otras dos medallas estaba muy abierta. Muller había remontado y se había
igualado con Bruni, que marchaba
segunda. Okimoto estaba cerca pero
no lograba alcanzar a sus dos predecesoras, mientras que Xin Xin ya se había descolgado definitivamente.
Sharon Van Rouwendaal llegaba con clara
ventaja a la meta para adjudicarse un merecido oro olímpico, puesto que fue la
que más arriesgó, obteniendo su justa recompensa. Muller y Bruni llegaron
juntas, tocando primero Muller
aunque posteriormente fuese descalificada, a mi parecer de manera justa, siendo
de esta manera la plata para Bruni.
El bronce fue para Okimoto, y la
cuarta posición para Xin Xin.
Quinta
finalmente fue la estadounidenses Haley
Anderson, que estuvo cerca de alcanzar a la china, siendo sexta la alemana Isabelle Haerle, séptima la británica Keri-Anne Payne y octava la rusa Anastasiia Krapivina. Por detrás en la
clasificación, destacar que la brasileña Ana
Marcela Cunha fue décima y la mujer que comandó la prueba al principio, Eva Risztov, acabó decimotercera en su
defensa del oro de Londres.
Erika Villaécija finalizó en
decimoséptima posición a 2:32 de la ganadora, comandando un grupo con otras
cuatro nadadoras a las que venció en el sprint. Una pena que Erika no lograse el objetivo que se
había marcado de superar su séptima plaza de Londres, pero como ella reconoció,
se siente satisfecha porque lo dio todo, aunque el oleaje le perjudicó.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO