La
competición de natación sincronizada ha llegado este mediodía a su final en el
Centro Acuático Maria Lenk, donde la piscina ha presentado por fin un agua
cristalina que nos ha permitido presenciar una competición de un altísimo nivel.
La
victoria ha sido una vez más y como era de esperar para Rusia, con un equipo
algo renovado tras los Juegos de Londres, pero con sus bazas fuertes presentes.
Las chicas entrenadas por Tatiana Pokrovskaya han revalidado su título
olímpico, con el que suman cinco oros en la competición de equipos desde Sídney
2000. La puntuación obtenida por el conjunto ha sido de 99.1333 puntos, en un
ejercicio donde casi han rozado la perfección. Esta nota, sumada a la nota del
técnico disputado ayer, ha otorgado a las rusas una puntuación total de
196.1439 puntos.
El equipo ruso en la rutina técnica de ayer
Siendo
la primera posición inalcanzable, las chinas han salido a darlo todo con un
peinado que simulaba una cresta para conseguir una plata que les ha sabido a
oro. Con una puntuación de 97.3667 en el libre (192.9841 puntos en total), las
chinas han conseguido alcanzar un nivel de técnica bastante similar al de las
rusas, de la mano de su entrenadora Mayuko Fujiki, muy querida en España, pues
trabajó con el equipo español años atrás.
En
el bronce ha residido la mayor parte de la emoción de la final. La medalla ha
sido disputada durante toda la competición entre Japón y la Ucrania de Anna
Tarrés. Ambos equipos obtuvieron en la jornada de ayer puntuaciones similares
en el ejercicio técnico, estando Japón a nivel ligeramente superior. En la
final de hoy la tónica ha sido la misma. A pesar de los bañadores “sorpresa” del
equipo ucraniano, que cambiaban de color al contacto con el agua, Japón ha
conseguido imponerse en su actuación, la última de la final, lo que ha sumado
emoción hasta el último momento. Las ucranianas han obtenido 95.1667 puntos (188.6080 en
total), mientras que las japonesas han sumado 95.4333 (189.2056 en total). El
equipo asiático ya apunta alto Tokio 2020, donde intentarán luchar por el oro
con Rusia.
El resto de las posiciones se han repartido entre
Italia (5ª), clasificada por primera vez en la competición de equipos tras años
de ausencia, Brasil (6ª), Egipto (7º) y Australia (8ª), siendo estos tres
últimos países de un nivel algo inferior al resto de sus competidores, pero
presentes en la final por el principio de representación continental.
Con esta medalla obtenida por la delegación rusa,
Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina se van de Río con dos oros, que suman a
los tres que ya poseían anteriormente en Juegos Olímpicos. De esta forma, se
convierten en pentacampeonas olímpicas, igualando a la que fue su compañera de
equipo Anastasia Davydova, la mejor nadadora de sincronizada de todos los
tiempos, que ya consiguió esta hazaña en Londres 2012.
Como sabemos, España no ha tenido representación en
esta final por equipos, al no conseguir la clasificación en el preolímpico
disputado en el mes de marzo. La delegación española no faltaba a una cita por
equipos en sincronizada desde Sídney 2000. Esperemos que en Tokio las chicas
vuelvan a clasificarse y pelear por las medallas.