El VRAC Queso Entrepinares se mostró más entero que El Salvador y logró su noveno título de la Liga Heineken tras imponerse por 27-39, lo que sirve para deshacer el empate entre ambos e igualar al histórico Arquitectura.
Los dos equipos saltaron con el objetivo de tomar la iniciativa en el marcador y el Chami supo aprovechar el primer golpe de castigo para inaugurarlo a través de Faiva. Pero el VRAC no acusó este envite inicial y, en el minuto 7, tras una gran jugada, dio el control a su equipo Gimeno con un ensayo, que transformó Griffiths (3-7).
El cuadro colegial recortó diferencias con un nuevo golpe, pero lo cierto es que el VRAC se mostró mucho más asentado en el campo y, sobre todo, más organizado y con las ideas más claras, por lo que supo aprovechar los errores locales que se fueron acumulando para hacer valer la rapidez de su tercera línea y la visión de juego de Eaton.
Así, añadió dos ensayos más, con Castiglioni y Wessell-Bell, que ampliaron la renta quesera hasta el 6-17 en el minuto 30. Los chamizos no conseguían llegar a la zona de 22 del VRAC, pero, cuando por fin lo lograron, supieron hacer valer un buen "touch-maul" para alcanzar la línea de marca visitante, que jugaba con uno menos. Walker-Fitton, después de varios intentos, terminaba por posar el oval y dejar el marcador en el 13-17 con el que se llegó al descanso.
El Quesos quería romper el partido y, puesto que la veteranía es un grado, Gavidi sacó petróleo de un balón rebotado para llegar a la línea de 22 local y dejar el oval a Dyer para que lo posara en línea de ensayo, ampliando así la diferencia de los queseros (13-24). Un nuevo fallo local propiciaba una gran jugada de los de Diego Merino, que sorprendieron a la defensa colegial para que, De la Lastra, añadiera otra marca más para su equipo(13-29).
El Chami lo intentaba y con los cambios obtuvo una mejoría ofensiva que se tradujo en un ensayo de Jurado, de nuevo, tras un "touch-maul" que pasó Faiva, pero el VRAC no bajó la guardia ni el nivel y Albertario anulaba cualquier esperanza local con otra marca, tras una gran jugada de Eaton, que transformó Griffiths. FUENTE