Dos años después los Tennessee Titans regresaron a Playoffs y volvieron a ganar la ronda de Wild Card. Lograron mantener el pulso defensivo en la segunda parte a los defensores del título, los New England Patriots, y acabaron ganando por 20-13.
Derrick Henry estuvo imparable y dominó el partido con sus carreras. Realizó 34 intentos y batió el récord de la franquicia con 182 yardas. A Ryan Tannehill solo le bastó lanzar 15 veces y completar 8 pases para 72 yardas, y los Titans lograron el pase a la Ronda Divisional.
La franquicia de Tennessee alcanzó en dos ocasiones la redzone durante la primera mitad, y supieron concluir ambos drives en touchdown, uno del receptor Anthony Firkser y otro de Henry. Cosa que no supieron hacer los Patriots, su gran problema de la temporada. Julian Edelman hizo el único touchdown con una carrera de 5 yardas, y las otras dos veces que estuvieron cerca de la endzone, solo consiguieron sumar de tres en tres a través del kicker Nick Folk.
Con el marcador en 14-13, el partido se convirtió en un duelo defensivo. Los despejes se sucedían y lo único llamativo que ocurrió en el tercer cuarto fue la intercepción de Duron Harmon, pero que tampoco sirvió de mucho.
Adentrados en el último cuarto, con igual marcador, los Patriots parecían haber encontrado la forma de contener de cierta manera a Henry, y eso obligaba a Tannehill a soltar algo el brazo. Sin embargo, Tom Brady (209 yardas en 20/37) no contaba con las suficientes armas para mover cadenas con facilidad ante la defensiva de Tennessee. Se mantuvo el guión hasta la recta final y, a 3 minutos, los Titans tenían la posesión. Convirtieron un peligroso tercer down desde su yarda 15 con un pase hacia Firkser de 11 yardas, y a continuación Henry se encargó de alargar el drive.