Durante el día de Año Nuevo se disputaron las semifinales por el College Football Playoff (CFP). Por un lado la Rose Bowl, que se agenció Alabama (1º) por quinta vez, una bowl que no disputaba desde 1946. Y por otro lado la Sugar Bowl, donde Ohio State (3º) sorprendió y dio una paliza ofensiva a Clemson (2º), vengándose del CFP del año pasado donde permitieron que los Tigers les remontase.
De esta manera, Alabama y Ohio State se disputarán la próxima semana (11 de enero) el National Championship Game por proclamar al nuevo campeón de la temporada 2020/2021 en la NCAA, en el football universitario. Tomarán el relevo de la LSU de Joe Burrow, en un duelo inédito desde que se celebra el CFP desde 2014. En aquel año los Buckeyes presenciaron por primera y única vez la final, donde se saldaron con la victoria. Además, los Crimson Tide no ganan el título nacional desde 2017.
No hay quien pare al ataque de Alabama
El ataque de Alabama, una vez más, se mostró imparable. Salió con un drive en el que ganaban prácticamente un primer down tras otro de forma seguida, y acabado en uno de los favoritos al Heisman Trophy, el WR DeVonta Smith. En la segunda posesión, una tremenda jugada del corredor Najee Harris (125 yardas en 15 acarreos) con salto por encima de un defensor incluido, avanzaría hasta 53 yardas. Y acto seguido, otro nominado al mejor jugador de la temporada, el quarterback Mac Jones, conectó con Jahleel Billingsley en la endzone.
Al fin Notre Dame (4º), en su segunda aparición en el CFP, sacó garra en ataque. El RB Kyren Williams (64 yardas) y Chris Tyree acapararon un drive que perduró por unos ocho minutos entre el primer y el segundo cuarto. Y ya en cuarto down a una yarda de la goal line, Williams consiguió anotar para los Fighting Irish (14-7). Sin embargo, los Crimson Tide no detuvieron su marcha en su tercera oportunidad ofensiva. Esta culminaría con una jugada de 34 yardas de Smith (130 yardas en 7 capturas) escapándose hasta la endzone. En estos tres drives, Alabama había completado trece jugadas con una media de 13'3 yardas por acción. Incontenible.
Antes del descanso, Notre Dame se apresuró con una carrera de Ian Book (229 yardas de pase en 27/39 completados, más 55 de carrera) y un pase de 20 yardas hacia Ben Skowronek. Acabaron intentando un field goal desde la 41 pero que fallarían, y el marcador se quedó en 7-21.
Fin a una etapa inolvidable de Notre Dame con Ian Book
Para la segunda mitad, la defensa de los Fighting Irish encabezada por Jeremiah Owusu-Koramoah salió motivada, y contuvo a Alabama cuando se acercaban a su campo. Pero en el primer ataque de Notre Dame, Ian Book sería interceptado por Christian Harris. Como respuesta, Alabama ejecutó una big play de 40 yardas con John Metchie. Y más tarde, llegaría el cuarto y último pase de touchdown de Mac Jones, por tercera vez conectando con Smith en un catch espectacular sobre la línea de banda dentro de la zona de anotación (7-28). El quarterback terminaría el partido fallando solo cinco envíos y completando 25, para 297 yardas repartidas.
Los minutos pasaban y los Fighting Irish no encontrarían forma alguna de aproximarse al campo rival. Después de un field goal, ya en el último cuarto llegaría la segunda buena posesión de todo el encuentro de Notre Dame. Pisaron la redzone y, sin embargo, una penalización por ilegal shift anuló lo que habría sido un touchdown de Michael Mayer. Al final, se tendrían que jugar un 4&10 que no supieron completar.
Ya la siguiente posesión de Notre Dame llegaría a unos cinco minutos y medio del término del partido, lo que les dejaba prácticamente sin posibilidades, sin tiempo para remontar. En dicho drive, les costó llegar pero lo coronarían con una jugada de engaño en la que Ian Book sería el que llegaría a la endzone. Quedaba un minuto ya, y al menos el onside kick sí surtió efecto. Recuperaron la posesión pero solo sirvió para ver los últimos snaps del quarterback más ganador de la historia del programa de Notre Dame (récord con 30 victorias).
Clemson irreconocible. Justin Fields, superhéroe
La universidad de Clemson estuvo irreconocible tanto en defensa como en ataque en su duelo por la Sugar Bowl frente a Ohio State. Hace un año consiguieron remontar a los Buckeyes para colarse en el CFP National Championship Game que perderían ante LSU, pero esta vez no fue así. El running back estrella Travis Ettiene apenas pudo aportar (32 yardas) y Justin Fields tuvo una actuación soberbia: completando más del 78% de sus lanzamientos repartió 385 yardas, corrió otras 42 y terminó con seis pases de touchdown.
Aún así, los Tigers salieron mucho mejor al partido. Dos pases de más de 25 yardas de Trevor Lawrence (400 yardas, 33/48) sorprendió a la defensa de Ohio State, y el quarterback favorito al nº 1 del próximo Draft acabaría llegando a la endzone. Sin embargo, el encuentro tendría una batalla ofensiva en este primer cuarto por parte de ambas universidades.
Tras los primeros quince minutos, el marcador pintaba un 14-14. Trey Sermon continúa sorprendiendo con sus buenas carreras (acabó en 193 yardas) y tuvo un touchdown de 32 yardas. Acto seguido, Etienne anotaría para Clemson tras un drive rápido y conciso de solo siete jugadas. Pero Fields se encargaría de buscar el empate, conectando con Luke Farrell a la zona de anotación después de completar un pase de 47 yardas con Garrett Wilson. Muy pocos antes de esta semifinal del CFP dijeron que Ohio State iba a estar plantando cara así.
Y es que los Buckeyes combinaron carreras de Sermon, del propio Fields y con sus buenos lanzamientos, y movieron cadenas con relativa facilidad. Además, desde el segundo cuarto Clemson se atascó en ataque, teniendo que despejar el balón tres veces seguidas. Y para colmo, su defensa se vio más limitada aún cuando su linebacker estrella, James Skalski, placó duramente a Fields en una scramble, con el casco por delante. Fue expulsado por targeting y dejó malparado al quarterback por todo el encuentro.
Sin embargo, mientras los Tigers no pasaban de terceros downs, la ofensiva de los Buckeyes no bajó el ritmo. Anotarían en cinco posesiones consecutivas. A pesar de las muestras de dolor, Fields dio tres pases de touchdown más antes de llegar al tercer cuarto. Dos fueron para Jeremy Ruckert y uno para Chris Olave (35-14).
Lawrence anulado bajo presión y Fields completando todo
Nuevamente Clemson tenía que remontar si querían seguir en la lucha por el CFP. Pero esta vez tenían todo en contra y Ohio State no permitió que su victoria se viese peligrar en ningún momento. La primera posesión parecía seguir el guión de la primera parte, con los Buckeyes avanzando sin respuesta de la defensa de Clemson que acabaría permitiendo más de 600 yardas. Sin embargo, un mal pase de Fields a la endzone sería interceptado por Mike Jones Jr., y sus compañeros de ataque supieron capitalizar ese turnover ganado. Envío anotador de Lawrence hacia Cornell Powell, pero ese distante 35-21 sería lo más cerca que estarían ya los Tigers en el encuentro.
Ohio State hizo mucho daño especialmente en el juego profundo, sin prácticamente oposición de los safeties contrarios. Así, Ohio State sumó un espectacular touchdown de Olave, en un envío de 56 yardas prácticamente a la endzone. Encima, Clemson perdería el balón por un fumble provocado por Tommy Togiai a Lawrence, quien se confió creyendo que la jugada había finalizado.
Pero el ataque de los Tigers no supo actuar más en todo el tercer cuarto, y además, el último periodo se abrió con otro touchdown profundo para Ohio State. Esta vez fue Jameson Williams el protagonista con una recepción a la zona de anotación de 45 yardas, y encaminaban definitivamente su triunfo (49-21).
Este partido era un despropósito para una de las mejores defensas de la nación. Clemson apenas permitía 17 puntos por juego, y en este concedieron casi el triple. A contrarreloj y avanzando a trancas, Lawrence daría su segundo pase de touchdown ya en último cuarto, conectando nuevamente con Powell por 26 yardas.
Tras un tres y fuera, los hombres de Dabo Swinney regresaron al campo. Lawrence tuvo que jugarse un 4&8, por culpa de unos Buckeyes que lo presionaban con todo y de hecho casi recuperan otro fumble del QB. Finalmente en ese cuarto down lo obligaron a lanzar bajo presión y siendo ya placado, por lo que el pase no fue a ningún lado. Con Sermon martilleando a la defensa y al reloj, y además interceptando de manera fortuita Sevyn Banks en la endzone, el partido no dio mucho más de sí. Y Ohio State regresa a la lucha por el título del CFP 7 años después.