La Week 8 en el football NCAA destacaba por tener varios partidos entre equipos rankeados del ránking AP Top-25, pero que no ha hecho variar los seis primeros de la clasificación. A partir de ahí, ha habido mucho movimiento, con subidas y bajadas como siempre. Y dos equipos nuevos en la clasificación, LSU y South Carolina.
La número 1, Georgia (1º), tenía jornada de descanso, al igual que Michigan (4º). Tennessee (3º) tampoco tuvo mayor preocupación, pues enfrentaban a UT Martin y vencieron por 24-65. Ohio State (2º) tenía un duelo de conferencia contra Iowa. Y empezaron con mal pie, recibiendo C.J. Stroud un sack que le hacía perder el balón, y el fumble lo retornaba Joe Evans para touchdown. Pero desde entonces, los Buckeyes pusieron la directa tanto en ataque como en defensa (sumaron 3 interepciones y 3 fumbles). Stroud repartió 4 pases de TD y los Hawkeyes sucumbirían por 10-54.
Syracuse devuelve las dudas en el puesto de QB a Clemson
Clemson (5º) sufrió y tuvo que remontar en la Week 8 en su enfrentamiento de equipos rankeados ante Syracuse (16º). En el segundo cuarto del partido, los Orange se alzaban a un 21-7, después de un touchdown de Sean Tucker, de que Ja'Had Carter retornase un fumble en primera y gol por 90 yardas, y de una anotación propia del QB Garrett Shrader. Los Tigers estaban inefectivos en ataque, con su RB estrella Will Shipley y su QB D.J. Uiagalelei permitiendo fumbles. Y el quarterback además lanzaría dos intercepciones.
Con todas esas pérdidas, dos de ellas seguidas en el tercer cuarto (fumble a Shipley y pase bomba interceptado), Dabo Swinney decidió sentar a Uiagalelei por un freshman como Cade Klubnik, quien verdaderamente se dedicó a dar snaps a los corredores Shipley (172 yardas terrestres) y Phil Mafah (94 yardas). Mafah conseguía anotar y se jugaron la conversión de dos, que sería interceptada ante un Klubnik que se veía sin opciones de pase (21-16).
Clemson iba a aprovechar la desconexión por completo de la ofensiva Orange que sufriría en la segunda parte. Shipley se desquitaba con un touchdown de hasta 50 yardas en el último cuarto, y en esta ocasión Klubnik encontraba a Joseph Ngata para poner una ventaja de field goal (21-24). Aunque la diferencia era mínima, Syracuse nunca estuvo cerca de volver a puntuar. Un pass interference regaló otro tiro de campo para los Tigers a 1:30 del final (21-27). El último drive lo cerró R.J. Mickens interceptando a Shrader para que así Clemson salvase los muebles en este complicado partido. Los Orange (6-1) recibieron de esta forma su primera derrota de la temporada, una regular season insólita: en los tres últimos años, desde 2019, habían sumado solamente once victorias en 35 juegos.
TCU al acecho de las grandes universidades
La otra universidad sin variaciones es Alabama (6º). Sacaron del ránking a Mississippi State, con un contundente triunfo por 6-30. La defensa de los Crimson Tide hizo la vida imposible a Will Rogers, quien completó el 50% de sus lanzamientos en hasta 60 intentos, mientras que Bryce Young volvió a liderar a los suyos en ataque.
TCU (7º) continúa en serio y en esta Week 8 remontaron y ganaron 28-38 a Kansas State (22º). Los Wildcats perdieron a su QB titular ya en el primer cuarto por lesión, a Adrian Martinez. Pero Will Howard asumió el mando con creces. Kansas State vencía en el segundo cuarto por 28-10, con dos pases anotadores de Howard con Sammy Wheeler y Kade Warner, y un touchdown de 47 yardas del corredor Deuce Vaughn.
Antes del descanso, Max Duggan llevó a los Horned Frogs hasta la endzone, asistiendo a Jared Wiley. Y en la reanudación, Kendre Miller remataba el primer drive también en touchdown (28-24). Después de que los Wildcats fallasen un field goal, TCU completaba la remontada con una bomba lanzada por Duggan hacia Quentin Johnston, lo que se extrapolaba en un gran touchdown de 55 yardas (28-31). Habían dado la vuelta a la tortilla y en el siguiente drive, Bud Clark interceptaba de inmediato.
Después de que ambos equipos se jugasen un cuarto down sin éxito, TCU abría distancias a través de Kendre Miller nuevamente, 28-38. Para colmo, Kansas State se aproximaba una vez más a la endzone, e intentaron otro field goal, y el kicker Chris Tennan fallaba por segunda vez. A cuatro minutos del final, Howard recibía su segunda intercepción, esta de Tre'Vius Hodges-Tomlinson. Así, los Horned Frogs se llevaban su cuarta victoria consecutiva ante equipos rankeados, la primera vez que se consigue algo así en la historia de la universidad de Texas Christian.
Oregon liderados por Bo Nix supera a UCLA
Quizás el duelo con más hype era el que enfrentaba al noveno y al décimo, a Oregon (8º) y a UCLA (12º). Y no defraudó. Eso sí, los Ducks mandaron de principio a fin. En el segundo cuarto, después de un touchdown aéreo espectacular de 49 yardas de Troy Franklin, Oregon sorprendía con un onside kick que recuperaban, y volvían a anotar, por medio de Jordan James. Con ello, los Ducks ya ponían la primera ventaja importante en el encuentro, 10-24. Antes del descanso, volvieron a ser protagonistas Franklin y el quarterback Bo Nix (estuvo inconmensurable esa noche con 22 pases completos para 283 yardas, y solo seis fallados, con 5 envíos a la endzone).
La defensa de los Ducks mantenía a raya a los Bruins, quien tenían que conformarse con un nuevo field goal en el arranque de la segunda mitad (16-31). Mientras que la ofensiva de Bo Nix seguiría sin fallar. El quarterback encontraría a Cam McCormick y ya en el último cuarto, conectaba con Bucky Irving, quien estaba abierto en la banda y se escapaba por 37 yardas hasta la endzone (23-45). El QB de UCLA, Dorian Thompson-Robinson, concedería dos intercepciones, una de ellas en la zona de anotación a falta de ocho minutos para el final. Perdían por más de 20 puntos y la ventaja ya era definitoria para el triunfo de Oregon, que acabó siendo por 30-45. Supuso la 23ª victoria de los Ducks en casa consecutiva, la racha más larga en la historia de la universidad.
Oklahoma State hunde a Texas
En la novena posición se coloca Oklahoma State (9º). Su víctima fue Texas, el otro equipo caído del ránking AP, en un partido muy divertido que finalizó en 34-41. El quarterback Quinn Ewers estaba de vuelta tras lesión con los Longhorns, pero su regreso iba a ser algo amargo. Se vería interceptado hasta tres veces, dos por Jason Taylor II, y el ataque lo dirigía claramente el running back Bijan Robinson. Gracias a él, Texas arrancó mucho mejor que los Cowboys, con un touchdown de carrera de 42 yardas y otro con un pase para 41 yardas (21-10).
Pero Oklahoma State iría entrando en calor, sobre todo su running back Dominic Richardson con dos anotaciones en el segundo cuarto. Sin embargo, recibirían dos varapalos. El primero, una intercepción a Spencer Sanders de Ryan Watts ya en la endzone. Y el segundo, otra anotación terrestre, en este caso de Roschon Johnson, de hasta 52 yardas.
Al descanso los Longhorns se mantenían delante en el marcador (31-24), y en el tercer cuarto se detendría el ritmo anotador, viendo únicamente un field goal para cada equipo (34-27). En el último periodo, Oklahoma State sumaba dos anotaciones mientras interceptaban a Ewers. La primera de Brennan Presley, y la segunda de Bryson Green (34-41). En el siguiente drive de Texas, Ewers lograba una gran scramble para meterse en la redzone, pero la acción quedaba invalidada por un holding. Y tres jugadas después era interceptado. Una última posesión tendrían a menos de un minuto del final, pero Ewers buscando a Ja'Tavion Sanders, este dropeaba el balón y le caía en las manos a Kendal Daniels para un nuevo turnover. Era un pase para amenazar ya las últimas 20 yardas, pero los Cowboys cerraban su sexto triunfo.
LSU completa un gran upset ante Ole Miss
Vamos ya a concluir el resumen de la Week 8 narrando los partidos que han traído a dos nuevos equipos al ránking. LSU (18º) regresa a la clasificación tras completar un gran upset sobre Ole Miss (15º), la gran descendida de esta semana al caerse ocho lugares. Los Tigers fueron superiores y vencieron por 20-45 a los Rebels. Consagraron una remontada en el tercer cuarto, después de iniciar el partido recibiendo un parcial de 17-3, con doble anotación de Quinshon Judkins.
Así, en el tercero, tomaron el liderato por primera vez con un touchdown de Mason Taylor para el 20-24. Después, Jaxson Dart era interceptado en la endzone por Joe Foucha y, en el siguiente drive, LSU volvía a visitar la zona de anotación por medio del QB Jayden Daniels, adentrados ya en el último cuarto. Posteriormente, los Rebels se veían obligados a despejar y los Tigers retomaban la posesión, donde Daniels corriendo volvía a golpear. El quarterback finalizaría con 248 yardas de pase y 121 de carrera, con 5 touchdowns en total. La defensa de LSU remató el encuentro ahogando el pocket de Dart. Y una última anotación de Josh Williams dejaba el definitivo 20-45.
South Carolina vuelve a ser de las mejores 4 años después
La otra nueva universidad de esta Week 8 es South Carolina, otro equipo que entra a la clasificación, en su caso, por primera vez desde 2018. Doblegaron por 24-30 a una Texas A&M en plena decadencia ya en esta regular season, desde que su QB Max Johnson se lesionaba y tenía que abandonar ya la temporada. Es su tercera derrota consecutiva y con un récord de 3-4 se olvidan de poder volver a coquetear con el Top-25.
Los Aggies no pudieron empezar peor el partido ante South Carolina. En el kickoff inicial concedieron un touchdown por retorno completo de las cien yardas de Xavier Legette. Y en los dos primeros drives dieron dos turnovers, una intercepción y un fumble. En un plis plás se vieron 0-17 abajo, un colchón del que sacaron renta los Gamecocks hasta el final, pues no perdieron el mando del partido en ningún momento. La South Carolina comandada por el QB Spencer Rattler anotaba sin embargo vía terrestre, con touchdowns de Christian Beal-Smith y por partida doble de MarShawn Lloyd.
Aún así, los Aggies apretaron de lo lindo a South Carolina llegando a acercarse a un 21-24 en el tercer cuarto. Su corredor destacado Devon Achane tiraba del carro mientras en la posición de quarterback se alternaban Haynes King y Conner Weigman. Achane lograba el touchdown para ponerse a tres puntos, pero posteriormente Lloyd hacía su segunda anotación para volver a distanciar a South Carolina a tres minutos del final (21-30).
