El Monday Night Football fue un doble palo para los Jacksonville Jaguars (8-4). Se podían haber mantenido en lo más alto de la Conferencia AFC junto a los Miami Dolphins y Baltimore Ravens (9-3), pero en esta Week 13 se vieron sorprendidos por los Cincinnati Bengals sin Joe Burrow. Cedieron en la prórroga por 34-31 y además, Trevor Lawrence se lesionó y veremos para cuánto tiene.
Culminándose el último cuarto y en un momento donde los Jaguars debían sumar para acercarse a la victoria, Lawrence recibió presión en el pocket y cayó feamente teniendo una lesión de tobillo de la que se puede preveer quizás una fractura. Esperemos que no, porque eso significaría probablemente tener que finalizar esta espléndida temporada que están disfrutando en Jacksonville con un quarterback suplente.
Misma situación que tuvieron que afrontar los Bengals desde que se lesionó Burrow hace dos semanas y ahora con este triunfo inesperado cuentan con balance equilibrado de 6-6.
Joe Mixon al rescate de los Bengals
En el partido, los Jaguars empezaron golpeando antes. Impulsados por un pase profundo de Lawrence de 26 yardas con Christian Kirk, acabaron sumando con un pitch hacia Travis Etienne Jr. a cuatro yardas de la endzone que se fue al touchdown.
La defensa de los Jaguars ponía difícil a los Bengals moverse en el campo, con Josh Allen y Travon Walker liderando un front-seven que acumularía siete placajes por detrás de la línea de scrimmage y un par de sacks. Pero el juego terrestre pudo combatir a estos Jaguars. Joe Mixon acumuló 68 yardas y el novato Chase Brown tuvo su primer juego destacable con 61 yardas en nueve acarreos.
Y el primer golpe de carrera de los Bengals llegaría ya en el segundo cuarto, después de que en su anterior serie fallasen un field goal. Mixon corría seis yardas y empataba el duelo. Pero respondió de inmediato Jacksonville. Con un Evan Engram muy activo, terminó escapándose por 22 yardas para anotar su primer touchdown de esta temporada. Aunque antes del descanso, Cincinnati correspondía y nos íbamos con máxima igualdad a vestuarios, 14-14.
Jake Browning (354 yardas con una gran eficacia de 32 pases completados de 37) se mostraba muy seguro y confiado y dirigió a los suyos hasta primera y gol. Tyler Boyd, Mixon que también capturó seis balones para 49 yardas y un desatado Ja'Marr Chase (149 yardas en once recepciones), empezaron a hacer ver que el juego aéreo también iba a ser buena baza en este partido tan equilibrado. Y sería Mixon quien se apuntaba su segundo touchdown de carrera.
Actores inesperados en el ataque de los Jaguars
Para el tercer cuarto, Cincinnati forzó rápido el punt y tomaron la posesión con la que pudieron tomar la delantera. Browning lanzaba una bomba que fue capaz de coger Chase y escaparse por la banda en solitario por hasta 76 yardas tras ganar el uno contra uno a Roy Robertson-Harris (21-14).
No obstante, el encuentro estaba siendo tremendamente divertido. No daba ningún equipo su brazo a torcer. Los Jaguars movían cadenas con buenas recepciones de Zay Jones y de un novato que irrumpía esta noche, Parker Washington. Debutaba en la NFL como receptor y tendría cinco catches para 61 yardas. Su segundo target sería en la endzone y lograba el touchdown. En segunda instancia, después de dropear Dax Hill lo que habría sido una intercepción, Washington recibía detrás de él el ovoide sobre la endzone.
Acto seguido, llegó un fatídico error de los Bengals que devolvía el mando del partido a los Jaguars. Intentaron una jugada de doble pase que salió de las peores maneras posibles. Boyd buscó un pase horizontal para Mixon que no iba a llegar nunca y Josh Allen interceptaba estrepitosamente a Cincinnati en su yarda nueve. Con ello, los Jaguars desde la zona roja, pusieron el 21-28 anotando Lawrence en cuarto down.
Beathard tomó el testigo de Trevor Lawrence
Estando ya en el último cuarto, los Bengals iban a volver a disparar para devolver las tablas en el marcador. Browning condujo nuevamente al ataque a primera y gol y, aunque con serias dificultades, él mismo acabó metiendo el balón en la endzone para el 28-28. Íbamos entrando en los minutos cruciales del partido y Lawrence (258 yardas, 22/29) se movió hasta el campo rival hasta que un sack de Trey Hendrickson en tercer down les forzó el field goal y la lesión del joven quarterback. Un tiro de campo que además fallaba Brandon McManus desde la yarda 48.
En estos momentos los kickers iban a tener suerte dispar. Browning se soltaba corriendo por 21 yardas y rebasaron el medio campo, aunque no pudieron convertir un complicado 3&22 en el que les había puesto una salida falsa y un sack de Josh Allen. En este caso, la patada de Evan McPherson a 54 yardas entraba por los palos (28-31).
C.J. Beathard tenía que asumir los galones desde la posición de QB de los Jaguars y con solo dos minutos en el reloj. Dio buenos lanzamientos para progresar y Etienne convertiría un pase rápido abierto en 19 yardas para meter a su equipo en field goal range. A 26 segundos, McManus esta vez encontraba fortuna desde la yarda 40 y se forzaba la prórroga, 31-31.
McPherson da la victoria
Los Jaguars además arrancaron al ataque el tiempo extra. Y todo parecía que la victoria apuntaba a quedarse en Florida cuando Beathard lanzó un misil de 43 yardas para Calvin Ridley, quien se anteponía a su defensor Chidobe Awuzie y recibía dentro de las últimas cinco yardas. Sin embargo, un holding del tackle rookie Anton Harrison invalidaba la acción, y ya no pudieron salir de un 3&17.
Tenían que conceder la posesión a los Bengals y, como consecuencia, ya bastaba un field goal para ganar. Browning conectaba con Chase para 17 yardas y luego con Tee Higgins para 11 yardas. Llegaron hasta la yarda 30 contraria con lo que McPherson podía volver a ser el héroe de un partido de Cincinnati. Y así lo fue. El balón entraba por los palos desde la yarda 48 y se certificaba la sorpresa en este cierre de la jornada 13 de la NFL.
