
Las vallisoletanas, al igual que el año pasado en Italia, no partían como favoritas pero han ido creciendo según pasaba el torneo, llegando a esta final ante el que todo el mundo daba como principal candidato al título, el cuadro parisino. Se da la circunstancia de que españolas y francesas jugaron la final de 2018, con victoria para el CPLV por 3-2. En esta ocasión, aunque se ha sufrido, el 3-1 final permitió incluso saborear en el último minuto el título en casa, en Canterac.
El encuentro comenzó con una intensidad inesperada. A pesar de llevar acumulados cuatro partidos en dos jornadas, vallisoletanas y parisinas salieron a por todas, sin dejarse nada dentro. Ambas habían empatado en la fase previa (con triunfo para las galas en los penaltis). En esta final, las Panteras tuvieron la primera gran ocasión, a los dos minutos, por medio de Shauny Ortega, pero no encontró portería en un mano a mano con la guardameta de Ris-Orangis. Las galas mordían en cada salida desde atrás, pero se topaban con una Alba Gonzalo que demostró el porqué es una de las mejores porteras a nivel continental.

En la reanudación, las vallisoletanas dispusieron de un 4 para 2 que no supieron aprovechar, con buenas paradas de Justine Theode. Aunque en el otro lado, Alba impedía el empate en un mano a mano de Ana Sierra. El encuentro tenía tensión, por lo ajustado del marcador, y esa tensión se vio reflejada en el juego, menos vistoso. Aun así, la emoción seguía, hasta que a 3:41 para el final, María Tordera se encontró con un disco suelto, buscó portería y logró el 3-1 por la escuadra. El final, con una menos por expulsión de Shauny, fue de sufrimiento, con portera-jugadora de las francesas, pero ni con ese 5 contra 3 sobre la pista pudieron marcar antes del pitido final. FUENTE