Merecida medalla de plata para Queralt Castellet y tres diplomas olímpicos para España en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022 - Historia Deportiva

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HISTORIA DEPORTIVA

23 de febrero de 2022

Merecida medalla de plata para Queralt Castellet y tres diplomas olímpicos para España en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022


Unos Juegos Olímpicos de invierno más que España se va con un gran sabor de boca ante los recursos y las dificultades que se tienen en el país para practicar estos deportes tan minoritarios a un alto nivel competitivo. Queralt Castellet consiguió la primera medalla de plata de la historia, Lucas Eguibar tuvo que conformarse con un nuevo diploma olímpico, algo que celebró mucho más el joven Javier Lliso, primer gran triunfo para el esquí acrobático español. Y el patinaje artístico siguió haciendo historia, con diploma en la danza sobre hielo para Adrián Díaz y Olivia Smart. Un botín de medalla y diplomas que nunca antes se había conseguido.


Y es que estos resultados suponen exclusivamente que España cuente con su quinta medalla en el cómputo global de los Juegos Olímpicos de invierno, y 11 diplomas olímpicos en toda la historia con los tres conseguidos en Pekín 2022.


Previamente tuvimos a las ya míticas actuaciones de Paco Fernández Ochoa con el oro (y único hasta el momento) en el slalom de Sapporo 1972, y de Blanca Fernández Ochoa con un bronce en la misma prueba de esquí alpino, en Albertville 1992. Tuvimos que esperar 26 años para poder volver a ver un español en podio olímpico, y por primera y única vez conseguimos más de una medalla en una misma edición: Regino Hernández se colgaba el bronce en snowboard cross y Javier Fernández lo hacía en patinaje artístico masculino, ambos en los pasados JJOO de PyeongChang 2018.



Por fin medalla olímpica para Queralt

No obstante, es la primera vez que podemos disfrutar de metales para deportistas españoles en dos ediciones consecutivas de Juegos Olímpicos. Gracias a la gran Queralt Castellet, snowboarder que lleva luchando 16 años por subir al podio olímpico en una carrera llena de éxitos pero también de injusticias. La española lleva compitiendo en JJOO desde Turín 2006. Cuatro clasificaciones a la final de snowboard halfpipe. La primera fue en Vancouver 2010, clasificando con la tercera mejor nota, pero entrenando para la disputa a las medallas, una dura caída le golpeó la cabeza y le hizo no poder presenciarla.


A Sochi 2014 llegaba en su mejor estado de forma, con 24 años y siendo 2ª de la Copa del Mundo de 2012. Pero en la final dos caídas hicieron que no pudiera terminar una ronda seria y solo pudo ser 11ª. En PyeongChang 2018 llegaba con un ciclo olímpico complicado, donde había fallecido su pareja y entrenador Ben Jolly y eso le había hecho apartarse de la alta competición. Regresó para competir en los JJOO de Corea del Sur, y cosechó un diploma olímpico amargo, ya que en la tercera manga, su último salto no pudo plancharlo y se quedó sin poder subir más allá del 7º puesto. 


Cinco ediciones, cuatro finales (tres disputadas), medallas en Copas del Mundo, Mundiales y X Games. Solo le faltaba el metal olímpico y a Pekín 2022 llegaba más fuerte que nunca, habiendo conseguido medallas en dos de las tres pruebas de Copa del Mundo disputadas hasta el momento en la actual temporada 2021/2022. Mismamente fueron en diciembre y el pasado 15 de enero. Así, con la ahora doble campeona olímpica Chloe Kim en otra galaxia desde la primera ronda, Queralt salió centrada a hacer su ejercicio y evitar caídas para garantizarla estar en la pomada.



La primera bajada al halfpipe fue buena pero los jueces decidieron "castigarla" sabiendo que tiene mejores elementos que demostrar, y la puntuaron algo bajo (69'25). Y en la segunda manga lo demostró. Se colocaba 2ª por detrás de Kim superando los noventa puntos (90'25). Sus principales rivales para las medallas, las asiáticas, no tenían su mejor día y poco a poco íbamos celebrando el podio de la española. Qiu Leng no terminaba ninguna ronda (12ª con 53'75), Liu Jiayu solo pudo ser 8ª (73'50), Ruki Tomita tuvo dos caídas y ya en la tercera manga pudo terminar una bajada, pero solo para ser 5ª (80'50), y Cai Xuetong tampoco pudo ser una amenaza ya que no podría mejorar su primera manga de 81'25, quedándose al borde de las medallas. 


La japonesa Sena Tomita, con 88'25 puntos en la segunda bajada, era tercera, y en la última oportunidad no pudo terminar de pie garantizando a Queralt tanto la medalla como que iba a ser de color plateada. Así, la española lograba la primera medalla de una deportista femenina en Juegos Olímpicos de invierno desde Blanca Fernández Ochoa (1992). La mejor posición conseguida de siempre en unos JJOO solo por detrás del oro de Paquito.


El día del snowboard español se quedó sin doblete

En el mismo día de la final de halfpipe femenina se disputaba el snowboard cross masculino, pruebas donde siempre hemos tenido muchos representantes y potencial. Para estos JJOO sin embargo solo teníamos a Lucas Eguibar tras la retirada de Regino Hernández, pero el español llegaba a China a por todas. Flamante campeón del mundo en el Mundial de 2021, podio en la Copa del Mundo de Cervinia el 18 de diciembre, y con la certeza de poder aspirar a estar en las finales como ya hizo en Sochi 2014.



Sin embargo, en Rusia no pudo pasar de las semifinales (caída) y disputaría la small final garantizándose al menos el diploma olímpico con solo 20 años. En PyeongChang tampoco iba a tener su mejor competición, teniendo una nueva caída esta vez en los octavos de final. Aún así, el circuito de Pekín no le estaba dejando buenas sensaciones, sin ser una pista especialmente fácil para los snowboarder goofy (pie derecho delante en la tabla), todo lo contrario para los regular (pie izquierdo). 


Iba a estar muy complicado con muchos rivales de gran nivel, pero fue pasando de rondas inesperadamente. Esta vez la fortuna estaba de su lado. Pasaba segundo en los octavos tras una muy buena carrera del español, y en cuartos, uno de los favoritos como Martin Nörl se iba al suelo junto a Mick Dierdoff, lo que daba vía libre a Lucas y al austríaco Alessandro Hämmerle. Pero es que su lado del cuadro estaba siendo demasiado duro. De hecho, en su semifinal estaban los a posteriori campeón y subcampeón olímpico, Hämmerle y el canadiense Éliot Grondin.


Lucas tenía a toda España ilusionada habiendo llegado a las semifinales. Pero el golpe de realidad llegaría en esa ronda, en un circuito nada favorable para él y él era consciente. Por ello, llegar hasta aquí en Pekín ya había sido todo un logro, y evidentemente se quedó sin disputar la gran final llegando el último de su semifinal. Ya con el diploma garantizado, disfrutó de la final de consolación poniéndose una cámara en el casco para que los espectadores disfruten en vivo de una carrera de snowboard cross. Terminaría 7º y verdaderamente contento con el resultado ya que pudo haber sido mucho peor por el circuito que no le beneficiaba en nada a su estilo.


Un gran futuro para el esquí freestyle español

A estos JJOO, España llegaba con solo 8 diplomas olímpicos, y el de Lucas era el décimo. Y es que antes de vivir las grandes opciones de medalla españolas, ya habíamos tenido representación y con gran actuación, en el Big Air masculino del esquí acrobático.



Las dos grandes promesas del freestyle español llegaban a Pekín para demostrar el gran futuro que les espera, Javier Lliso y Thibault Magnin. En la clasificatoria, Javi planchaba de forma excepcional su primer salto con 90'25 puntos, lo que le daba la tranquilidad de tener los dos saltos siguientes como oportunidad para cerrar una buena clasificación, ya que en esta modalidad, tras tres saltos se suman los dos mejores para la nota final. No era el caso de Magnin, quien en su primera bajada se caía y solo recibía 41'25 puntos. Eso le daba presión para tener que planchar sí o sí sus dos saltos finales.


Javi lograba 80'50 puntos en su segundo intento, lo que le valía para ser 9º (170'75) y meterse entre los doce mejores de la final. Thibault no tendría la misma suerte ya que también se caía en su segundo salto, y terminaría siendo el 28º con un total de 79'75. Lliso ya había cumplido, estar en la final era el gran premio. 


Aún así, no se conformó y lo dio todo, pese a que además falló en su primer salto (51'25). No tenía nada que perder y le tocaba arriesgar en los dos saltos siguientes, y le salió bien al madrileño. Con 89'00 y 82'50 puntos en cada uno de sus intentos, Javi Lliso totalizaba 171'50, llegando a ser cuarto en la tabla. No obstante las medallas estaban muy caras para este joven de 24 años (el podio por encima de los 180 puntos), y bajaría hasta la sexta posición. Eso sí, puesto que le regalaba el primer diploma olímpico de la historia en esquí acrobático para España.



No obstante, la mejor especialidad de estos dos españoles era la prueba del slopestyle. Pero ninguno de los dos tendría su mejor día de competición, fallando en todas las rondas e incluso en los elementos más asequibles de la prueba. Javier Lliso logró un su segundo intento una mejor puntuación de 69'16, lo que le dejaba en el puesto nº 14, a solo dos de poder entrar en la final. Thibault Magnin era la gran baza para esta modalidad, para tratar de conquistar otro diploma, pero tuvo una clasificatoria para olvidar. Sus puntuaciones fueron de 33'06 y 14'78, sin poder acabar ninguna ronda limpia y sin caídas, por lo que quedaba el 29º. Indicar que ambos esquiadores han llegado a hacer top-10 en varias competiciones del mundo.


Sin embargo, que estos resultados no eclipsen a estas dos grandes promesas de las que esperamos disfrutar de mejores éxitos en Milán-Cortina d'Ampezzo 2026. Y es que en sus primeros Juegos Olímpicos, con 24 de Javi y 22 años de Thibault, ya han ilusionado y han metido en un deporte totalmente inédito hasta ahora a España, consiguiendo además un Top-8 histórico.


La danza sobre hielo en estado de gracia

Los diplomas habían crecido con las actuaciones de Javier Lliso y Lucas Eguibar. Pero se iba conseguir uno más. Un hito más para la historia del deporte de invierno español. Ya sin el laureado Javier Fernández compitiendo, toca girarse y disfrutar de las parejas españolas que se mantienen en lo más alto del patinaje artístico mundial. Y eso lo iban a demostrar Adrián Díaz y Olivia Smart.



Tras un épico ciclo olímpico batallando con Sara Hurtado y Kirill Khaliavin, en los Campeonatos de España y en los Europeos, Adrián y Olivia llegaban muy fuertes. La plaza olímpica estaba en disputa entre ambas parejas hasta el pasado Campeonato de Europa, donde Adrián y Olivia quedarían en una histórica 4ª posición mientras que Sara y Kirill fueron sextos de la danza sobre hielo.


Así, Adrián lograba su segunda presencia en unos JJOO, ya que en Sochi 2014 ya participó por entonces junto a Sara Hurtado (13º). Ahora con Olivia llegó a cotas más altas, logrando en la danza rítmica 77.70 puntos para marcharse en la 9ª plaza a la danza libre. En ella, cosecharon la sexta mejor puntuación con 121.41 puntos (récord de España), y el objetivo era mantenerse en el Top-10, pero lograron algo mejor. Finalizaron con un total de 199.11 puntos (también récord nacional) y se agenciaron de la octava posición, puesto merecedor de diploma olímpico.



Por su parte, por primera vez en la historia España tenía representación en el patinaje artístico por parejas olímpico. Laura Barquero y Marco Zandron venían de conseguir un tremendo 9º puesto en el Europeo y una plata en el Nebelhorn Trophy, una jovencísima pareja que tan solo llevan patinando juntos un año. Estar en los JJOO ya era todo un éxito, y ahora iban a por el top-10, que se les resitió por tan solo 0.01 puntos.


El programa corto lo acabaron en la 11ª plaza con 63.34 puntos, y en el libre marcaron un registro de 118.02 puntos. Ambos programas los completaron casi a la perfección. Eso les hacía tener un total de 181.36 puntos para terminar los undécimos, por detrás de los canadienses Kirsten Moore-Towers y Michael Marinaro (181.37). No obstante, este resultado se encuentra en el aire ya que Laura Barquero ha resultado dar positivo.



Españoles en esquí alpino, esquí de fondo y el mítico Ander Mirambell

En Pekín tuvimos un total de 14 deportistas españoles. No fallaba Ander Mirambell, quien logró la plaza que más le ha costado para presenciar sus cuartos Juegos Olímpicos a sus 39 años. En Vancouver fue 24º, en Sochi 26º y en PyeongChang cosechó su mejor puesto, un 23º. El corte de los veinte primeros para poder bajar en la cuarta manga final volvía a ser la gran meta, pero era muy difícil. Repetería 24ª posición final en el skeleton masculino, deporte de donde ha sido un auténtico pionero en España. Sus bajadas fueron de 1:02.45 (23º), 1:03.36 (25º) y 1:02.34 (25º) para un tiempo total de 3:08.15, solo mejor que el resultado del australiano Nick Timmings (3:08.37). Si esta es su última participación olímpica, veremos hasta cuándo no volvemos a ver españoles bajando en el skeleton de unos JJOO.


En esquí alpino tuvimos hasta tres representantes. Adur Etxezarreta nos estaba maravillando con unos entrenamientos donde estaba realizando los mejores tiempos, claro que los favoritos en esas bajadas no dejan ver todo su potencial. Pero había ganas de verle competir. En el descenso sería 17º con un tiempo de 1:44.12, por lo que en su primera participación olímpica había conseguido terminar y el mejor puesto de un español en el descenso de siempre. No tuvo la misma suerte en el Super Gigante ya que no pudo llegar a la meta.



Las condiciones de la nieve artificial en Pekín estaban dejando sorpresas y les estaba costando a los esquiadores adaptarse. Eso lo sufrirían también los otros dos españoles. Núria Pau debutaba en el slalom gigante, y tras la primera carrera era la 40ª. El objetivo era acabar pero en la segunda manga no pudo hacerlo.


Joaquim Salarich llegaba s sus segundos Juegos Olímpicos y lo hacía crecido al haber logrado dos top-15 en la Copa del Mundo de esta temporada, en el slalom de Val d'Isére y de Madonna di Campiglio. En la prueba olímpica apuntaba maneras para obtener un buen resultado, pero le duró poco la alegría. En la primera carrera salió con el mejor tiempo de la salida pero rápidamente se desviaba de las puertas y caía a la nieve para no poder acabar ni menos pasar a la segunda bajada.



Imanol Rojo continúa haciendo historia para el esquí de fondo español. Comenzó acabando el 39º en los 15 km clásico, mejor puesto de la historia en esta prueba superando el 45º de José Giró que consiguió en Sarajevo 1984. En los 30 km skiatlón, llegaba junto a Irineu Esteve para finalizar 21º tras el andorrano, mejorando a su vez el 32º de Vicenç Vilarrubla de Turín 2006 y el 31º de Vancouver 2010. El objetivo era entrar en un top-20, y su gran baza eran los 50 km salida en grupo.


Previamente también disfrutamos de la participación del joven Jaume Pueyo, en la divertida prueba del sprint freestyle. En la clasificatoria, los treinta mejores tiempos clasificarían a las rondas de cuartos de final, pero el español de 21 años finalizaría 37º con un tiempo de 2:55.76, a 1'19 segundos de pasar de eliminatoria.



El esquí de fondo se cerraría con la prueba de salida en masa, pero el temporal de viento y las bajísimas temperaturas (frío polar de hasta -20ºC) de los últimos días de competición en Pekín lo complicaron. La carrera tuvo que retrasarse y reducirse de 50 km a 28'4 km, cosa que no beneficiaba a Imanol Rojo quien había preparado explícitamente esta prueba para lograr un gran resultado. 


Llegó a estar 17º, pero el grupo de los quince primeros se rompió e Imanol no iba entre ellos. Su objetivo era ese, hacer un top-15 tras venir de hacer algún gran puesto para él en Copa del Mundo. Así, no pudo unirse a ese grupo de cabeza y finalizó 21º con un tiempo de 1:14:50.5, llegando con varios esquiadores al sprint y a +3:17.8 del campeón de la prueba, Alexander Bolshunov.



No obstante, Imanol mejoró el 35º lugar que consiguió en la salida en masa de PyeongChang, aunque no pudo batir los puestos de Juan Jesús Gutiérrez en Albertville 1992 y Lillehammer 1994 (19º). Para Imanol eran sus terceros JJOO (los primeros fueron Sochi), pero eso sí, tanto en el skiatlón como en los 15 km ha conseguido las mejores posiciones de siempre y mejorándose a sí mismo.


NOMBRE

DEPORTE

Competición

Puesto

Javier Lliso

Esquí acrobático

Big Air

Slopestyle

14º

Thibault Magnin

Esquí acrobático

Big Air

28º

Slopestyle

29º

Adur Etxezarreta

Esquí alpino

Descenso

17º

Super-G

DNF

Joaquim Salarich

Esquí alpino

Slalom

DNF

Núria Pau

Esquí alpino

Slalom Gigante

DNF

Imanol Rojo

Esquí de fondo

15 km clásico

39º

30 km skiatlón

21º

50 km salida en masa

21º

Jaume Pueyo

Esquí de fondo

Sprint freestyle

37º

Laura Barquero / Marco Zandron

Patinaje artístico

Parejas

11º

Olivia Smart / Adrián Díaz

Patinaje artístico

Danza sobre hielo

Ander Mirambell

Skeleton

Masculino

24º

Queralt Castellet

Snowboard

Halfpipe

Lucas Eguibar

Snowboard

Cross


11 diplomas olímpicos para España

Con ello finalizaba la participación española en estos Juegos Olímpicos de Pekín 2022, que mantenían una racha de lograr diplomas olímpicos por tercera edición seguida. Y es que, en este siglo XXI salvo en Vancouver, España siempre ha logrado al menos un diploma.


Cerramos el resumen a la participación españolas en Beijing 2022 repasando los ocho diplomas anteriores a los conseguidos por Javier Lliso, Lucas Eguibar y Adrián Díaz y Olivia Smart. Eso junto a la medalla de Queralt concluye una de las mejores si no la mejor participación olímpica de la historia en JJOO de invierno.



El primer gran éxito fue el 4º puesto de Alfonso Portago y Antonio Sartorius en un inédito bobsleigh a dos en Cortina d'Ampezzo 1956. Después tuvimos que esperar hasta el oro de Paquito en 1972 para celebrar un puesto finalista. A lo que seguiría doce años después su hermana menor Blanca Fernández Ochoa, quien ya luchaba por medallas en Sarajevo 1984, donde fue 6ª en el gigante. Se le volvió a resistir el metal en la edición siguiente, Calgary 1988, donde acabó 5ª del slalom femenino. Y ya como hemos indicado, sería bronce en Albertville 1992 tras conseguir esos dos diplomas previos. Esos han sido los mayores y grandes triunfos del esquí alpino hasta ahora en España, añadiendo el 6º puesto de María José Rienda en el Gigante de Salt Lake City 2002.


Desde Turín 2006 la tradición del snowboard cross se ha mantenido. Allí en Italia, Jordi Font llegaba a la final pero quedaría en la dolorosa 4ª posición. En Vancouver nos vinimos de vacío, pero en Sochi 2014, Lucas Eguibar ya empezaba a despuntar y fue 7º disputando la small final. En Rusia, unos fallos en el programa libre privaron a Javier Fernández de la medalla olímpica en patinaje artístico, siendo 4º. 


Esos intentos de subir al podio se coronarían en PyeongChang 2018, donde el patinador español confirmaba su enorme palmarés con el único metal que le faltaba por ganar, el olímpico, y Regino Hernández logrando la medalla que tanto se merecía el snowboard cross masculino de España. Allí en Corea del Sur Queralt Castellet se conformaba con la 7ª posición en el halfpipe, el cual significaba el octavo diploma olímpico de la delegación española, cuenta que subió en Beijing como habéis podido leer.


De esta forma, a este selecto grupo se han unido Javi, Lucas una vez más y Adrián y Olivia, mientras que Queralt se ha unido al olimpo como la primera y única subcampeona olímpica española en deportes de invierno. Así, el esquí alpino ha aportado a España 3 diplomas y 2 medallas en total, el snowboard 4 diplomas y 1 bronce, el patinaje artítico otro bronce y ahora cuenta con 2 diplomas, el bosbleigh increíblemente fue nuestro primer puesto finalista olímpico de invierno, y ahora se une el esquí acrobático a la lista, con el primer y hasta el momento único diploma olímpico de Javi Lliso.